Osez josephine

El Atrevimiento de Joséphine: Un Viaje de Libertad y Placer

La canción 'Osez Joséphine' de Alain Bashung es una invitación a la libertad y al placer, envuelta en una atmósfera de misterio y poesía. Desde el inicio, Bashung nos transporta a un mundo de lujo y poder, con referencias a monarcas y demi-dioses en la parte trasera de limusinas. Estas imágenes evocan una vida de privilegio y deseo, donde los protagonistas son figuras casi mitológicas, entregadas a sus propios caprichos y envidias. La mención de 'dauphines' y 'scélérats' sugiere una dualidad entre la nobleza y la villanía, donde el narrador se posiciona como un rey de los malhechores, alguien a quien la vida sonríe a pesar de sus transgresiones.

El estribillo 'osez, osez Joséphine' es un llamado a la acción, a atreverse a vivir sin restricciones. La repetición de esta frase refuerza la idea de romper con las normas y buscar la felicidad en los placeres simples y auténticos. Bashung habla de caminar sobre el agua y evitar los peajes, metáforas de superar obstáculos y vivir sin cargas. La imagen de los 'chevaux du plaisir' (caballos del placer) añade una dimensión de libertad y energía desenfrenada, sugiriendo que la verdadera felicidad se encuentra en la espontaneidad y el disfrute.

La canción también toca temas de temporalidad y la búsqueda de momentos de dulzura. 'Que ne durent que les moments doux' es un deseo de que solo los momentos agradables perduren, una aspiración a una vida sin sufrimiento. Bashung invita a su musa a desgastar sus zapatos y al usurero, símbolos de una vida vivida plenamente y sin preocupaciones materiales. La noche, que ya no se opone a nada, representa un espacio de libertad total, donde las justificaciones y las restricciones desaparecen. En conjunto, 'Osez Joséphine' es una oda a la valentía de vivir intensamente, a la búsqueda de placer y a la liberación de las ataduras sociales y personales.