Pretty Privilege

La Cruda Realidad de la 'Pretty Privilege' en la Sociedad

La canción 'Pretty Privilege' de Blegh aborda de manera directa y sin tapujos el concepto de la 'privilegio de la belleza' en la sociedad contemporánea. Desde el inicio, la letra contrasta la belleza superficial con la fealdad percibida, no solo en términos físicos, sino también en comportamientos y actitudes. La repetición de la palabra 'ugly' (feo) subraya la frustración y el desdén hacia una sociedad que valora más la apariencia que el contenido interno de una persona.

Blegh utiliza metáforas potentes como 'crawling-from-underneath-the-surface' (arrastrándose desde debajo de la superficie) y 'nobody's-first-choice' (la última opción de todos) para describir a aquellos que no encajan en los estándares de belleza convencionales. La canción critica cómo estas personas son ignoradas y subestimadas, a pesar de tener respuestas y habilidades valiosas. La línea 'The pretty people talking over him' (Las personas bonitas hablando sobre él) resalta cómo la apariencia puede silenciar y opacar las contribuciones de aquellos que no son considerados atractivos.

El estribillo plantea preguntas retóricas sobre la percepción y el reconocimiento social, cuestionando si las personas realmente notan las injusticias basadas en la apariencia. La repetición de 'Do you even notice?' (¿Lo notas siquiera?) enfatiza la indiferencia generalizada hacia este problema. Blegh no solo denuncia la superficialidad, sino que también sugiere una rebelión contra ella, como se refleja en la línea 'We should be able to smash the piano keys even though it sounds ugly' (Deberíamos poder golpear las teclas del piano aunque suene feo), abogando por la autenticidad y la expresión genuina, sin importar cómo sea percibida.

'Pretty Privilege' es una crítica mordaz a una sociedad que otorga privilegios basados en la apariencia física, ignorando el valor intrínseco de las personas. La canción invita a reflexionar sobre cómo se construyen y perpetúan estos estándares y a cuestionar nuestra propia complicidad en ellos.