C'était moi

Reflexiones de un Adolescente: El Viaje de la Inocencia al Amor

La canción "C'était moi" de Gilbert Becaud es una nostálgica reflexión sobre la juventud, el amor y la inocencia perdida. A través de sus letras, Becaud nos transporta a un verano en la playa, donde un joven, descrito como un "voyou" (un pillo o travieso), vive sus días con despreocupación y alegría. Este joven, que nunca pagaba por los helados ni las galletas, y que jugaba lanzando agua, algas y piedras, es el mismo que conocía el nombre de las estrellas y que tomaba la mano de su amada para contarlas. La dualidad de su carácter se revela en su capacidad para convertir una tormenta en una postal dibujando un corazón en la arena mojada.

El joven se autodenomina "profesor de ternura", burlándose de su amada cuando ella no quería seguir sus juegos. Se jactaba de haber tenido princesas y de comprometerse sin casarse, pero su risa se desvanecía en momentos de intimidad y ternura, como al abrir su corsaje o al tocar sus rodillas. Este joven, que se dormía suavemente en su hombro y la llamaba "no bonita" mientras la amaba profundamente, muestra una mezcla de arrogancia y vulnerabilidad, características típicas de la adolescencia.

En la última estrofa, el joven, ahora mayor, recuerda un día de septiembre cuando, en un acto de coquetería, colocó una rosa en su abrigo de lluvia y le dijo que hacían una buena pareja. Sin embargo, este mismo joven, que no puede recordar su nombre ni su edad, pero que aún la encuentra hermosa, se da cuenta de que no entendía nada en ese entonces. La canción concluye con una reflexión sobre la juventud y la ignorancia, encapsulando la esencia de la adolescencia y el primer amor. Becaud, con su estilo característico, mezcla la melancolía con la ternura, creando una obra que resuena con cualquiera que haya experimentado el amor juvenil.