Les Marquises

La Nostalgia y la Serenidad en 'Les Marquises' de Jacques Brel

La canción 'Les Marquises' de Jacques Brel es una obra poética que evoca la serenidad y la nostalgia de las Islas Marquesas, un archipiélago en la Polinesia Francesa donde Brel pasó los últimos años de su vida. La letra está impregnada de imágenes vívidas y metáforas que reflejan tanto la belleza natural del lugar como la introspección del artista sobre la vida y la muerte.

Desde el inicio, Brel compara la manera en que los habitantes de las Marquesas hablan de la muerte con la simplicidad con la que se habla de un fruto, sugiriendo una aceptación natural y serena de la mortalidad. La descripción de las mujeres bajo el sol y la ausencia de estaciones tradicionales refuerzan la idea de un lugar atemporal, donde el tiempo parece detenerse. La mención de Gauguin, el famoso pintor que también encontró refugio en estas islas, añade una capa de referencia cultural y artística, subrayando la conexión entre el arte y la naturaleza.

La canción también explora la idea de la inmovilidad y la quietud, con imágenes de la lluvia que cae suavemente y el tiempo que se detiene. Las noches en las Marquesas están llenas de silencio y fuego, creando una atmósfera de contemplación y paz. La luna y el mar, elementos recurrentes en la poesía de Brel, simbolizan la infinitud y la ruptura, respectivamente, mientras que los perros y los cantos de arrepentimiento sugieren una comunidad en constante reflexión y redención.

Finalmente, Brel habla del corazón viajero y del futuro incierto, encapsulando la esencia de la vida en las Marquesas como un lugar donde el presente es lo único que importa. Las pirogas que van y vienen representan el flujo constante de la vida y los recuerdos, mientras que la frase 'Gémir n'est pas de mise' (Gemir no está permitido) cierra la canción con una nota de aceptación y resiliencia. En 'Les Marquises', Brel nos ofrece una visión íntima y melancólica de un paraíso terrenal, donde la simplicidad y la belleza natural invitan a la reflexión y la paz interior.