Dios Mio

Entre la Fe y la Calle: Un Clamor de KEVVO

La canción "Dios Mio" de KEVVO es un reflejo de la dualidad que enfrenta el artista entre el mundo de la calle y su deseo de mantener su integridad personal. A lo largo de la letra, KEVVO expresa una súplica a Dios para que lo proteja de las influencias negativas que lo rodean, como la envidia y los enemigos. Esta petición constante de protección divina resalta una lucha interna entre el bien y el mal, donde el artista busca no dejarse cegar por el dinero y el odio que pueden surgir en su entorno.

KEVVO utiliza un lenguaje crudo y directo para describir las realidades de la vida en la calle, donde la traición y la violencia son comunes. A través de metáforas y referencias a situaciones peligrosas, el artista pinta un cuadro de la vida urbana que es tanto un desafío como una advertencia. La repetición de frases como "Dios mío, que no cambie mi corazón" subraya su deseo de mantenerse fiel a sí mismo y no sucumbir a las tentaciones que podrían desviar su camino.

El estilo musical de KEVVO, caracterizado por ritmos urbanos y letras explícitas, refleja la cultura del reggaetón y el trap latino, donde la autenticidad y la resistencia son temas recurrentes. En "Dios Mio", KEVVO no solo busca la protección divina, sino que también ofrece una crítica a aquellos que se dejan llevar por el dinero y la superficialidad. La canción es un testimonio de la lucha por mantener la integridad en un mundo donde las lealtades son efímeras y el peligro siempre está presente.