Kuchiki No Tou

La Torre de Madera Podrida: Un Viaje de Redención y Dolor

La canción 'Kuchiki No Tou' de Mucc es una obra lírica profunda y oscura que explora temas de redención, dolor y la lucha interna. La letra comienza con la imagen de una torre de bloques de madera que el narrador destruye con sus propias manos, simbolizando quizás la destrucción de algo que una vez fue construido con esfuerzo y cuidado. Esta imagen inicial establece el tono de la canción, que se sumerge en un paisaje emocional de desesperación y arrepentimiento.

El narrador describe cómo su visión del mundo ha perdido toda calidez, y se identifica con la madera podrida que se ha dispersado. Esta metáfora sugiere una profunda sensación de autodesprecio y desintegración personal. La mención de aplastar su propio corazón con las manos refuerza esta idea de autoaniquilación y sufrimiento interno. La canción también menciona que la razón de este dolor es la propia sangre del narrador, lo que podría interpretarse como una referencia a la culpa o a un pecado inherente que siente que debe expiar.

A lo largo de la canción, el narrador lucha con un pasado que no puede dejar atrás, caminando sobre la madera podrida con una pierna protésica, lo que simboliza una existencia marcada por la incapacidad de avanzar completamente. La repetición de la pregunta '¿Estoy vivo?' y la afirmación de que se ha convertido en un 'kodama' (un espíritu de los árboles en la mitología japonesa) en lugar de un ser humano, subraya la deshumanización y la alienación que siente. La canción concluye con una súplica por redención, sugiriendo que el narrador busca expiar sus pecados a través del sufrimiento continuo.

Mucc, conocido por su estilo que mezcla rock, metal y elementos visual kei, utiliza en 'Kuchiki No Tou' una combinación de imágenes poéticas y una instrumentación intensa para transmitir un mensaje de lucha interna y búsqueda de redención. La canción es un viaje emocional que invita al oyente a reflexionar sobre sus propios demonios y la posibilidad de encontrar la paz a través del reconocimiento y la aceptación del dolor.