Pourvu qu'elles soient douces

La Dulzura de la Provocación en 'Pourvu qu'elles soient douces' de Mylène Farmer

La canción 'Pourvu qu'elles soient douces' de Mylène Farmer es una obra que combina provocación, sensualidad y una crítica sutil a las normas sociales y sexuales. Desde el inicio, la letra nos presenta a un hombre cuya visión del erotismo y la sensualidad está influenciada por una educación rígida y anticuada. Farmer utiliza un tono irónico para describir cómo este hombre, a pesar de su aparente desinterés y actitud despreocupada, se siente profundamente atraído por las 'douces' (dulces) curvas femeninas.

La referencia al 'Kamasutra' y su antigüedad subraya la idea de que las prácticas sexuales tradicionales están desfasadas. Farmer sugiere que el verdadero placer y la modernidad residen en la apreciación de ambos lados de la feminidad, tanto física como emocionalmente. La repetición de frases como 'Tu t'entêtes à te foutre de tout' (Te empeñas en no preocuparte por nada) y 'Pourvu qu'elles soient douces' (Siempre que sean dulces) resalta la dualidad entre la indiferencia aparente y el deseo subyacente.

Además, la canción juega con la idea de la musa y la inspiración artística. Farmer se presenta como una figura que inspira tanto prosa como poesía, pero lo hace a través de su cuerpo y su presencia física. Esta dualidad entre lo intelectual y lo carnal es una constante en la obra de Farmer, quien a menudo explora temas de sexualidad, identidad y poder en sus canciones. La frase 'Tout est beau si c'est Vue de dos' (Todo es hermoso si se ve desde atrás) encapsula esta mezcla de provocación y estética, sugiriendo que la belleza y el deseo son subjetivos y dependen de la perspectiva.