Painters Of The Tempest (part II): Triptych Lux

El Lienzo de la Tempestad: Un Viaje a Través del Arte y la Existencia

La canción "Painters Of The Tempest (part II): Triptych Lux" de Ne Obliviscaris es una obra compleja y rica en simbolismo, que explora temas profundos a través de una narrativa lírica y visualmente evocadora. La banda, conocida por su estilo progresivo y su habilidad para fusionar elementos de metal extremo con pasajes melódicos y orquestales, utiliza esta canción para tejer una historia que se mueve entre la creación, la destrucción y la redención.

La letra comienza con la invocación de un "heraldo oscuro" que trae luz, una paradoja que establece el tono dualista de la canción. Este heraldo, acompañado por cisnes ardientes y un aliento de plaga, es descrito como un creador, sugiriendo una figura que tanto da vida como la quita. La referencia a los pintores de la tempestad con sus manos rojas y el mundo como su lienzo introduce la idea de que la creación artística es un acto tanto de belleza como de violencia. Los nombres de Bruegel y Bosch, dos pintores renacentistas conocidos por sus obras detalladas y a menudo inquietantes, refuerzan esta dualidad.

A medida que la canción avanza, los ángeles caen del cielo y el paraíso se vacía, trasladando toda la belleza a la tierra, ahora un lugar de caos y euforia. La imagen de un paleta de huesos y los trípticos que se despliegan como alas sugieren que la creación y la destrucción están intrínsecamente ligadas. Los hijos, con sus ojos brillantes, representan la esperanza y la renovación, incluso cuando los sueños pierden esperanza y el sol se desvanece. La pregunta "¿Dónde han ido todos los ángeles?" resuena como un lamento por la pérdida de la inocencia y la pureza.

Finalmente, la canción se cierra con una visión de un futuro desolado, un "jardín de flores marchitas" donde los niños perdidos levantan banderas de muerte. Sin embargo, hay un rayo de esperanza en la figura de los niños como pintores del cambio, capaces de ver y soñar con mentes abiertas. La canción sugiere que, a pesar de la oscuridad y la desesperación, hay una posibilidad de redención y renovación a través del arte y la creatividad. La brillante salida del sol y el horizonte cegador simbolizan un nuevo comienzo, una oportunidad para que las futuras generaciones transformen el mundo.