Born Fire

El Renacer del Fuego: Un Ciclo de Existencia

La canción "Born Fire" de LE SSERAFIM es una poderosa metáfora sobre el ciclo de la vida, la destrucción y el renacimiento. La letra comienza describiendo el nacimiento de una llama que rompe el silencio y la oscuridad, simbolizando el inicio de una existencia que busca crecer y alcanzar lo inalcanzable, como un espejismo del sol. Esta imagen inicial sugiere una búsqueda constante de propósito y significado, una lucha por expandirse y brillar más intensamente.

A medida que la canción avanza, se introduce la idea de un "paradoja existencial", donde la llama, en su intento de crecer, termina consumiéndose a sí misma y convirtiéndose en cenizas. Este proceso refleja la naturaleza efímera de la vida y la inevitabilidad de la autodestrucción cuando se persigue un objetivo sin límites. Sin embargo, en lugar de ser el final, las cenizas se convierten en el punto de partida para un nuevo comienzo. La llama renace de sus propias cenizas, simbolizando la resiliencia y la capacidad de regeneración inherente a la existencia.

El renacimiento del fuego es un tema central en la canción, donde el calor persistente de las brasas ilumina y guía a aquellos que están perdidos en la oscuridad. La imagen del niño en el bosque de invierno, cuyos pies congelados son calentados por la llama, representa la esperanza y el consuelo que el renacimiento puede traer. La canción concluye con la idea de que el aliento, el soplo de vida, es lo que reaviva la llama, sugiriendo que la vida misma es un ciclo interminable de destrucción y renacimiento, donde cada final es un nuevo comienzo.