Sur un prélude de Bach

La Nostalgia y el Desencanto en 'Sur un prélude de Bach' de Maurane

La canción 'Sur un prélude de Bach' de Maurane es una obra cargada de nostalgia y melancolía, donde la música de Bach, interpretada por Glenn Gould, actúa como un catalizador de recuerdos y emociones. La letra nos transporta a un puerto, posiblemente el de Le Havre, con sus barcos y grúas, un lugar que parece estar en ruinas y en constante reparación. Este escenario sirve como metáfora de las relaciones y los sueños rotos del narrador, quien se siente atrapado en un ciclo de errores y desilusiones.

El uso de imágenes como 'les torchères, les grues patraques' y 'les citernes de gasoil' refuerza la sensación de decadencia y desgaste. La mención de 'toi qui courais dans les flaques' y 'moi et ma tête à claques' sugiere una relación pasada, posiblemente una infancia o juventud compartida, que ahora solo existe en la memoria. La repetición de 'ma raison s'envole' indica una pérdida de control emocional, donde la música de Bach desencadena una avalancha de sentimientos y recuerdos.

Maurane también critica la superficialidad y el materialismo de la sociedad moderna, representada por 'des cols-blancs et des corbacs' que 'se foutent de Mozart, de Bach'. La música clásica, en este caso, se presenta como un refugio y un consuelo en medio del caos y la banalidad de la vida cotidiana. La canción concluye con una declaración de amor por la música de Bach, a la que el narrador estaría dispuesto a sacrificar todo lo demás, incluyendo otros géneros musicales y hasta la 'vie en rose'.